Mapa del placer: Top de zonas erógenas del cuerpo

Las zonas erógenas del cuerpo son un tema muy popular, especialmente si queremos satisfacer todas las necesidades de nuestra pareja. Sin embargo, en la cultura occidental estamos acostumbrados a centralizar nuestra sexualidad en los genitales, y olvidamos que existen otros puntos altamente estimulantes.

Conocer cuáles son estas zonas erógenas en todo el cuerpo puede marcar una gran diferencia en nuestros encuentros sexuales, ya que los últimos estudios científicos comprobaron que hay alrededor de 10 zonas muy importantes. Para este estudio se consultaron 800 personas, y se estudió el potencial erótico de 41 partes del cuerpo. 

Los 10 primeros puestos señalados dejaron en claro cuál es el mapa definitivo de las zonas erógenas del cuerpo, tanto para personas con pene como personas con vulva. Veamos en detalle cada una, su puntaje y qué correlación existe entre ellas:

TOP 10 de las zonas erógenas más importantes del cuerpo

El clítoris y el pene

Con una puntuación de 9,3 y 9 respectivamente, el clítoris y el pene son el top uno de las zonas de placer indicadas por las personas encuestadas. Sin lugar a dudas, son partes del cuerpo que al ser estimuladas, ofrecen enormes niveles de placer. Tanto el clítoris como el pene cuentan con miles de terminaciones nerviosas -8 mil y 4 mil, respectivamente- lo que las determina como zonas intensamente erógenas. 

La vulva

El segundo lugar se lo lleva la vulva, es decir la zona externa que incluye tanto los labios superiores e inferiores, el clítoris, las abertura hacia la uretra y la vagina. Con una puntuación de 8,4, es una zona que genera mucho placer al ser tocada o frotada con otras partes del cuerpo o juguetes. 

La boca y los labios

El puesto número tres lo ocupan los labios de la boca, se trate ya de besarlos, morderlos, lamerlos o tocarlos con otras partes del cuerpo. 

El escroto

Para las personas con pene, la estimulación de escroto ocupa un lugar alto en el ranking de posiciones, con un puntaje del 6,5. Ya sea agarrándolo con mayor o menor nivel de intensidad, besándolo o haciendo caricias, definitivamente es una zona del cuerpo que genera enorme placer. 

El cuello

Señalado por la gente entrevistada como una zona muy excitante, el cuello permite muchas posibilidades de estimulación: besos, lamidas, mordidas, choking y más prácticas que dan rienda suelta al placer en el encuentro sexual. 

Los senos y pezones

Aunque pueda parecer sorprendente, los pechos y pezones quedaron sextos en la tabla de posiciones de las zonas más placenteras, según las personas encuestadas. Existen diversas maneras de estimular estas partes del cuerpo. ya sea con la boca, otras partes del cuerpo, juguetes, ropa y mucho más. 

La parte interna de los muslos

Quizás pueda soprender, pero la parte interna de los muslos es un sitio que, con las caricias adecuadas, puede generar muchísimo placer.

La nuca

Los escalofríos que producen la respiración en la nuca, las caricias o los besos pueden ser actividades muy placenteras durante el sexo.

Las orejas

Al igual que con la nuca y el cuello, las orejas pueden producir muchísima satisfacción al ser tocadas, besadas y mordidas.

El trasero, el ano y el perineo

Por último en esta encuesta encontramos el trasero, el perineo y el ano. Cada una de estas partes se estimula de formas diferentes, ya sea con otras partes del cuerpo o juguetes sexuales, por lo que produce un buen número de combinaciones placenteras para disfrutar en los momentos de intimidad. 

Lo que dice la neurociencia sobre las zonas erógenas

Los estudios científicos concluyeron que las zonas erógenas son muy similares independientemente de la genitalia de las personas encuestadas. Según este ranking, las personas con vulva indicaron una mayor sensibilidad en términos generales al roce o las caricias, pero los resultados muestran que prácticamente no hay diferencias sustanciales que resaltar.

De todas formas, los investigadores reafirman que gran parte de la estimulación y satisfacción sexual es psicológica y depende en gran medida de nuestro cerebro; pero las zonas erógenas tienen un rol muy interesante durante el encuentro sexual y pueden ser muy estimulantes por sí solas si les prestamos la atención adecuada. 

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